agosto 09, 2010

XII

Seguramente por casualidad,
llamada destino al ver su reflejo
en la memoria de la eternidad
que escapa al olvido con catalejo,

un dia cualquiera nací en altamar,
rodeado de olas densas, saladas,
y de su ignorado y senil cantar
que hace de las piedras preciosa estera.

El horizonte azulado es frontera
de mi libertad, de mi soledad,
de mi profunda nostalgia y espera;

es el extenso quid de divagar
en mi larga búsqueda sin estela
del amor: la promesa popular.

No hay comentarios: