agosto 09, 2010

VI

Un retoño, minúsculo y tierno,
vástago de mi esperanza,
se asoma, nocturno, bajo mi lengua.
Ha crecido a costa de mis sueños,
clavándoles sus raíces.

Ha floreado.
Sus flores gritan, esperan abiertas
despidiendo fragancias ralas y bellas.

No hay comentarios: