diciembre 18, 2010

XV

Hoy el aire está especioso.
En borrascas precipita
nostalgia y melancolía,
amoríos y pasiones;
de catástrofes ciclónicas,
de fecundas ironías.

Crea lluvias torrenciales,
terribles truenos y estruendos,
quebrando al estremecer
todas piezas vertebrales,
y ya empapados los cuerpos
la sangre aprende a correr.

Esta se calienta, hierve
y se evapora. Ora cálida,
hace del cuerpo la cosa
en el mundo más endeble
y deliciosa, ora gélida,
en el hálito reposa.

Al separarse las flamas,
profunda nostalgia sienten
cuando cicatrices palpan,
que bien semejan ramas
de un gran ciclamor creciente
o cenizas de una llama.