mayo 11, 2011

Fotografía

Imagen falsa, pálido reflejo,
abre, con su increíble sinrazón,
en mi melancólico corazón,
el profundo tajo de tu recuerdo.

Mis ojos embelesados, adictos,
(un suspiro abrasa mi corazón)
en un llanto se ahogan a sí mismos
dejando desnuda mi emoción.

El tiempo es impredecible.
El compás de los latidos apura,
el deseo matiza, y contradice
la voluntad y la presencia.

Mi pecho, aplastado de soledad,
respira y bombea muy lentamente.
¡Maldito tiempo que no has de dejar
mis lágrimas al fin desvanecerse!

...
Este poema lo escribí hace tiempo, pero lo encontré, lo corregí y aquí está.

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